Ni una más, ¡Denuncia!
No siempre dejas marcas
en mi cara o, en mi cuerpo,
de tus golpes.
Las dejas en mi alma, donde
no es fácil borrar,
tus desprecios, insultos,
tus palabras hirientes.
tus golpes certeros
directo al corazón
donde más duelen.
Los golpes en el cuerpo
un día desaparecen
y aun así no quiero
ser golpeada.
¿Te sientes muy hombre,
golpeando a una mujer?
¡Detente!
Naciste de una mujer,
Te amamanta una mujer…
¿Tienes hermanas?
¿Te gustaría que le hicieran
Lo mismo?...
Piensa dos veces antes,
de levantarme la mano.
o, abrir la boca
para ofender e insultar
a la madre de tus hijos.
Alicia Pérez Hernández
No es la pluma la que escribe, es el alma
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