No mereces …
ser injuriada,
maltratada
o burlada...
Todo aquel,
que levante contra tí,
su palabra mordaz,
su mano agresiva,
su voz hiriente,
su imposición maligna
o su interés dañino,
encontrará en sí mismo,
la cuota de su error
con un penetrante dolor…
Pues, tú mujer, mereces
ser querida,
guiada,
conquistada
admirada
y mimada;
mereces ser reconocida
como ejemplo de vida
y ser ataviada con flores,
caricias,
detalles
y mucho amor…
Nathair