Te convertiste en lo que más amo.
Sin embargo, debo aclarar: esto se acabó:
tu luz se quedara como una flama encendida
en una vela, tal vez para siempre.
Mas tengo que decir: mi poesía:
—arma mortal del poeta—
caerá en un sueño profundo y despertara
un día en el que tu chispa se verá rodeada
de oscuridad y venga otra luz salvando
palabras que el poeta convertirá
en arte a manera de agradecimiento,
mientras tanto seré como un pez fuera del agua.