Refugio cual fantasía,
entre copas fatídicas
se dormía la alquimia,
tan oscuro, mi querida.
Y en la flora, la mariquita
entrelazaba sus alas,
pareciese que ardía
como ave canta en el alba.
La visera en la armadura
digna se oxidaba
como tu risa olvidada.
Es, asi la vida mi querida,
que algún dia encontraría
si siguiera mi atonía vana.