David Arthur

Si no yo

Si no yo

 

Si no yo,

entonces, ¿quién sea digno de su amor?

Muchas veces me lo he preguntado,

pero una contestación me quedó difícil a encontrar

en el congelado santuario del invierno

 

Mis sentimientos eran de los más sinceros.

de ellos nunca me los dudaba,

al llegar los días más cortos,

sus ojos de matices otoñales

perdieron su calor,

en noches de escarcha

 

A caminar solo a contemplar mi apuro,

copas de nieve de mi magullado orgullo burlan,

neblinas matinales esconden mi necedad,

a creer que jugara el papel principal

en el teatro del tiovivo del amor

 

Ni a dejarse ser amado,

ni creer en su propia vanidad

son los requisitos para una armonía duradera,

sino más bien como un vino añejo,

primero valorarlo antes de en su buqué deleitar

 

El cuadro pintado por propio pincel