De tus huellas en el silencio
Sucumbo ante tu lozanía
la tersura de tu fragancia,
tan delineada, pálida e inquieta,
habitar siempre desolada.
Sucumbo de ti hasta el vacio
por tus venas cimentada,
tan impasiva, flácida y encantada,
de tus huellas en el silencio.
Sucumbo de ti ante amaneceres nuevos
que gobiernas callada e impávida,
tan muda, demudada e inclemente,
con las huellas desoladas de ciudad.