Gocémonos en la alcoba olorosa,
amada mía,para amor gustoso,
dándonos el cuerpo -¡cuán ardoroso!-,
envuelta tu piel en blonda sedosa.
Calentará tu ansiedad codiciosa
la brasa de mi labio tan fogoso;
el clavel erguido, estando amoroso,
sobado es por tu mano cariñosa.
De rosa aromada la alcoba,siendo
los desnudos amando enardecidos
entre sábanas de rosa gozando...
Almas y cuerpos se muerden ardidos
en sintiendo el rico "correr" viniendo,
apretados, soltando los gemidos.
(salvador)