El azar nos encontró
y las letras nos unieron,
las dudas desvanecieron
y la pasión se adentró.
La vida volvió y centró;
el día, alba, sol vinieron,
y con claridad tiñeron
de luz tenue; sorprendió
juntando las emociones,
-y difícil de narrar-
consumaron el amor.
Renaciendo tentaciones
pueden y; azuza pecar
en momentos de calor.
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN. MÉXICO., Dic.5/15