A LUÍS FERNANDO
Quiero beber de la bresca de tus labios
la dulce miel que embriaga mis sentidos
y caminar contigo de la mano
hacia un lugar que nunca he recorrido.
Por los senderos de un bello jardín
sentir que tus brazos me protegen
y que tus ojos velan por mis pasos
para cuidarme siempre en el camino.
¡Tanto te esperé, valió la pena!
porque en tu mirada descubrí la vida
que estaba perdida en un rincón oscuro
sin conocer la luz de un nuevo día.
Eres la ilusión de la mañana
y el refugio de todos mis días,
eres la esperanza que había perdido
y el motivo para seguir viva.
Dulce, suave, sos la melodía
lo que le hacia falta al corazón mío,
eres la mitad que andaba buscando
y el príncipe azul que por mi existía.
Lucila De Melo©