Oh burgueses que atesoran
Ilusiones y cosechan miserias para el otro
que aman las cosas livianas
para llevar pesos sobre sus hombros
aman ustedes el orgullo
de creer ser dueños de la verdades
a su propia medida como sus trajes
cómodos, acomodaticios
temen perder lo ganado
se apoyan en dioses turbios y verdes
para tenerlos de aliados infalibles
amuletos
sonajeros de oro
patas de conejo
creen que nada debe cambiar
estatales-estáticos
le temen al rojo
al desnudo que les acosa
al hambriento que les come
a los que miran a los ojos
a los que no creen en cielos
ni ultramundos de triunfos y niebla
detestan al filósofo que les acusa
ignoran a los verdaderos profetas
aman sus clubes inexpugnables
las jerarquías y los perfumes e inciensos
leen lo que les justifica
y les da inocencia ingenua:
el NYT, ven CNN y la BBC
ignoran a los mapuches
nunca han oído de los tarahumaras
no entienden de raíces
ni del sudor edificante del obrero
piensan que Marx era un bebedor
que aprendió a soñar en Munich
que las barbas son satánicas
que ser pobre es un castigo de su dios Mammón
que la pereza es al obrero
como el crimen al mendigo y al de color
envidian a los magnates
emulan a los reyezuelos
leen poemas de amor
en revistas llenas de comerciales
callan cuando deberían gritar
las verdades a los sordos
juegan al golf y al bridge
toman vino con sus caballos
ven los atardeceres desde sus palacetes
no saben lo que es viajar en el metro
se arrodillan ente el FMI
les gusta la crema del jet set
compraron el paraíso y la eternidad
ya viejos dejan sus semillas y se marchan
casi sin ruido al lugar
al que siempre pertenecieron.