Canto de gaviotas en este despertar
sabor a sal y arena en la piel
noche de viajeras copas y música de moda
entre desconocidos empujones y atrevidas miradas.
Huellas que se borran en el amanecer
dejando un reguero de vasos botellas
grados de alcohol descansando entre múltiples ensueños.
Noche de sonrisa al filo del vaso
exhalando humo a un estrellado cielo
portador de una paz en el limbo del hoy.
Colorida vestidura veraniega
sobre tacones de efímera incomoda feminidad .
Desconocidos sexos de hambrienta pasión
mientras pasa otro verano
por esta jaima en pub metamorfoseada.
Xesca Almécija