Hay en tus ojos
caprichos de azul sensiblería,
Hay en tus ojos
albedrios de pura altanería.
Hay en tus ojos
como en la noche
barquitos de oro y rameria.
Hay en tus ojos
como en mi boca,
infertilidad de sones
como en la roca.
Y mi propio corazón
hay en tus ojos
como una flor
que irradia su tentación.
Porque eres parte de la oración,
que cada noche reza mi corazón.