¡No quiero pensar!
Hoy vivo cautiva,
de un hermoso sueño,
que en mi alma, anidó otrora,
en un fugaz suspiro,
como una admirable aurora.
Sueño con tu rostro;
es la eterna nostalgia
de tu amoroso corazón,
que mi sentir hiere
con la más febril sinrazón.
No quiero despertar;
¡tan solo dejadme soñar!
Soy presa de una ilusión,
que torna la vida en pesar,
y mis sueños en pasión.
Sin tu presencia,
no hallo belleza en esta vida;
tan solo perduro en tus sueños,
como un náufrago a la deriva
o un animal sin dueño.