… Y en la noche, sentir dentro del corazón, tomando tu mano a la cama, que hoy no sentiré recorrerme el rostro, lágrimas de soledad por tu olvido …
syglesias
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Mis lágrimas corren unidas a las Tuyas:
Lágrimas corren por mi rostro, son olas que llegan rompiente en los ojos a la medida que el sollozo se hace más grande en la desesperación de querer saber de ti, después de haber discutido aireadamente nuestras diferencias, marchándote llorando, comprendiendo que todo había terminado, pero aun deseo verte, para llorar aquellas lágrimas del alma que nunca logramos derramar escuchando los latidos por dos corazones que juntos no supieron latir al unísono, pensando tener siempre la razón que el otro no, tendría…
Lágrimas corren por mi rostro, al abrir la puerta, con la sorpresa de ver que no te habías ido, estabas ahí, parada, quizás luego de meditar un rato que debíamos darnos una oportunidad para reflexionar, recuerdo que llorabas vestida de negro, tus agitados latidos mostraban el nerviosismo que confirmé al abrazarme fuertemente contra tu pecho mientras tus lágrimas seguían corriendo, mojándome el cuello al decirme al oído cuanto lamentabas el haber discutido, pidiéndome perdón con un beso en los labios…
Lágrimas corren por mi rostro, pero esta vez unidas a las tuyas, llegando lentamente hasta nuestras bocas, saboreando por un instante el amargor ardiente que provoca el olvido en labios resecos, tomándonos suavemente las manos temblorosas por un posible rechazo, cosa que no ocurrió, gracias a Dios, como tampoco el llegar a preguntar irónicamente jamás, ¿ Quién tuvo aquí la culpa ?, continuando la noche su curso, sin un adiós al aire que rompiera la paz obtenida, aplicando al mirándonos sinceramente lo aprendido de los errores.
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Sergio Yglesias García
Carcas, 27/11/2015 09:00 AM.