Mis manos
acariciando tu vientre sutil, y
cuerpo frágil que se escurre
entre mis brazos;
huye en su alocado deseo
entre sábanas blancas,
se desvanece en una fantasía.
Despierto y descubro…
que es solo un sueño.
(Rodrigo Rodríguez Figueroa
1984-Derechos reservados)