Pregunta a Rafa Nadal
Cuando en singular duelo te veo combatir,
una pregunta me asalta, y te la voy a escribir.
Sé que es enorme tu talento
y como tenista eres un portento.
Pero yo quisiera preguntarte algo, Rafael:
¿Es en tu corazón, o acaso en tu piel,
o quizás sea en tu cabeza
donde atesoras tamaña fortaleza?
Tal vez por tus venas corra sangre de Almanzor
o también, ¿ por qué no? , del Cid Campeador
o del mismísimo Jaime I el Conquistador,
pues no en vano te llaman “el toro de Manacor”.
Aunque, bien mirado, más te pareces a un indio feroz
y conserva tu cara un aire de tierno niño, eso sí, precoz.
Eres niño y hombre también, un caballero,
un temible luchador y un esforzado guerrero
que ante la adversidad siempre se crece:
¡tu férrea voluntad grandes triunfos se merece!
Eres un castillo inexpugnable
y esconden tus murallas tesoros de gran valor;
son tus almenas inalcanzables,
aunque por ellas asome a veces el dolor,
ese dolor que te hace humano:
cuando sufres te siento más cercano,
pues no es de carne y hueso el que nunca ha sufrido
ni aquél que nobles combates no ha conocido.
¡Ay, si tú pudieras, Rafa Nadal,
darme un poquito de esa fuerza tan colosal
para afrontar la vida - qué gran batalla -
sin pensar nunca en tirar la toalla!
Adela Martín Ramírez.