En esta noche de rasos y de lunas
Hechizaré el mar de amor, que me
prometes
Y aguardaré en silencio y temblando
aquellos besos, que sellarán mis labios
En mi boca, una angustia infinita...
Un bohemio de paso, que promete
un andar pausado en la senda
final y en el ocaso
Iniciaré mi caravana al lugar
donde el olvido guarde el
fervor de tiempos y pasados
Vaivén de un tenue azul
de ojos de zafiro, no te
apenes por el hielo, no hace tanto frío
Se inician nuevas horas, el ópalo
ha de brillar
Nada que opaque una copa de champaña
Poblaré mi soledad de ninfas y efebos
y guardaré celosamente, el sopor deleitoso
que emanan esos besos
De mil causas fallidas responderé
de mil, pero jamás me culparé de no
haber reposado en tus planicies frescas de verano