Silencio las palabras que hablan frente al espejo de ti y se esconden en lo oscuro de mi lápiz.
Silencio mi espejo que conserva tus labios y conversa con mi cama desde la distancia
Silencio mi alma que habla con Dios fuera de la iglesia.
Silencio el mar que toca tu piel...
Silencio el fuego de los Cirios que acompañaron una y nueve noches tu cuerpo...
Silencio el camino que recorre la lágrima que se desprendió ayer de tus ojos...
Silencio el campo santo que te tiene y te conserva sangre mía...
Silencio que me voy una vez más para volver con mis amadas lágrimas...
Silencio ama linda que ya quiero hablar...