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Con un después quedo siempre,
sólo yo me acostumbré,
a decir que... “vivo por tí”,
cuando el amor esta en tí y en mí,
y sobrevivo porque me das la ilusión,
esa, que florece con pasión,
y vivo por tí, desde que el silencio,
humedeció mis labios con rocío,
y bañó con plenitudes en desafueros,
y quedó mi eternidad en labios de aceros,
cuando por fin quedaron mis huellas en tí,
y vivo por tí, cuando mis deseos están en mí,
y sólo, en tus besos que me dan calor,
como la soledad me da el frío,
pero, con tu amor es más posible,
sin lo imposible de un rencor,
queda mi vida en escalofrío,
desde que el cielo pintó en irremediable,
un dolor desde que te marchaste lejos de aquí,
y vivo por tí, desde que el cielo me dió,
todo lo imposible porque mis ojos vió…,
lo que nunca, porque... vivo por tí...
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