El murmullo de un gorrión pasajero
me dice que tengo el corazón lleno:
lleno de vida, lleno de tu derrotero,
lleno de amor, de paz, de lo bueno.
Otro gorrión me vino cual consejero
a recordarme debo atesorarlo pleno
porque algo como tu, cometa viajero,
no se encuentra como para perderlo.
Así, ahora cada vez que pasa al vuelo
pichón de gorrión con su cancionero
me esmero la tarea de bien atenderlo.
No vaya ser no lo encuentre de nuevo
porque el muy juguetón quiera dinero
para que sea mi norte en el amor ciego.