Sus labios como claveles perfumados
Rozan apenas mi mejilla
Me animan a besarle
Sentir su fragancia
Tomar del poso de sus deseos
Y encontrarme con su divino ensueño
En el cual dormir eternamente anhelo
Oler su encanto
Y elevarme tan alto que podría tocar su alma al instante del roce , del toque , podría yo hacerlo
Y luego mirarlo impregnada de el
Del ausentismo de mi moral y de mi mente
Por que cuando te tengo , dime corazón, ¿de que me sirve la mente?
Si solo mi tacto te siente