¡Oh, que bello que hermoso!
alguien canta
y ríe y canta...
En la pampa frente a un árbol
y el color de una rosa sobre su palma
¿Quién será con su música melódica?
¿Cómo aparece de repente por las mañanas?
Fluidez de acordes acompañan su canto
en un violonchelo con sus aires de oropel.
¡Oh, que bello que hermoso!
alguien canta
y ríe y canta...
Me parece ser con sus trenzas una niña
tan vivida, tan rubia, tan cristalina.
Con su apariencia desborda un rasgado de alegrías
alrededor de sus zapatos de charol;
pero no se sabe, si al lado del enebro su silueta se forma
o sale junto al sol las madrugadas.
¡Oh, que bello que hermoso!
alguien canta
y ríe y canta.
¡Cariño!
y ya también baila.