Mustia noche de invierno
que secuestras la vida de la higuera
sin mostrarle consuelo,
y por muerta la dejas
bajo el manto celeste, sin estrellas.
Largas noches de escarcha
de ultratumba siniestra, sin espera
ni credo, ni fe, nada.
Pero al fin se libera,
la rescata el almendro, en primavera.
Cecilio Navarro 29/11/2015
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