Poeta sin alma

No me llames

No abras más la cruel herida 
que sangra aún con tu recuerdo,
toda esta fe que por ti pierdo
me dejará en soledad toda la vida.

El amor que te tengo es una lápida
de mármol blanco que a diario muerdo
y con la melancolía hago el acuerdo
de llorar hasta quedar con el alma abatida.

Lastimas esté corazón enamorado
con la ausencia que le propinas
cada vez que te deseo a mi lado.

Y el alma estando ya en ruinas
con amor ya te habrá perdonado
llorando su pena entre neblinas.