El lago es un espejo
cuando la tarde muere y viene la noche
en el momento exacto
en el límite del tiempo que fluye
en aves que se alejan.
El cielo quema y su fuego baja
hacia el agua azul del lago en calma
acaso un lago frío y hierático.
Un bosque lejano, oscuro a la derecha
un árbol solitario se refleja en la lejanía.
Las nubes arden y se evaporan
en un vientre oscuro de veleidades y vapores
sus formas caprichosas llaman
a la imaginación y a la locura:
Una tortuga sube en diagonal
acaso un unicornio galopa y se pierde en el cielo.
Una mini galaxia se expande al horizonte
delante del agujero amarillo del sol
y mi alma que dejó de ser una niña
hace ya tantos años y soledades
se sorprende nuevamente
ante la soledad de los colores
y el callado rumor del viento
ante el misterio de estas formas
Y me alejo junto a la tarde
sabiendo que nunca más podré
volver a mirar la magia de este instante supremo.