Caminando por un jardín lleno de rosas. Ahí estabas tú diferente entre todas,
Hermosa. Una rosa silvestre con una belleza natural.
Las demás rosas se inclinaban a tu belleza.
Me detuve para admirar tu hermosura.
Cada pétalo lleno de vida. Tu perfume se convirtió en mi oxigeno.
Pude ver como la vida te había hecho madurar.
Las espinas que cuidan sobre ti.
Te abrase y comenzamos a bailar al sonido de una canción.
La canción que tocaba era una canción que hablaba de nuestro amor.
Los instrumentos era nuestra risa. Podía sentir cada una de tus besos.
Cuando te solté me di cuenta que tus besos me dejaron heridas en mi cuerpo.
Con el tiempo las heridas se convirtieron cicatrices.
Mas una herida aun queda abierta, me di cuenta que
En esa herida escribiste tu nombre.
Mi rosa silvestre, hermosa entre miles.
Tu eres mi ultima rosa.