Con la verdad en celofán envuelta
la farsa sin cesar le perseguía,
la duda apareció y cambió de vía
y tuvo que parar y dar la vuelta.
Por más que ella escuchaba nada oía
cual alguien que se encuentra sordo y mudo,
no sabe deshacer tamaño nudo
y obsesa se rebela a la obediencia.
Que la mona, de seda se vestía
para a su imagen dar nueva apariencia
y hacer allí un lavado de conciencia.
La mentira plena de hipocresía
siempre intenta dorarse de vergüenza
y que a aquel que la escucha su alma venza
Solamente lo cierto está en la duda
así es la realidad, así es de cruda,
hable Mahoma, Cristo o sea Buda.
©donaciano bueno