Veo autos, edificios,
un alto en el semáforo
Rostros opacos, que no dicen nada
Un vértigo azota el caminar
Una contraprestación vacía,
escapa al cálculo.
Mecánica y fierro
que no contiene al alma,
en la gran ciudad.
Un cielo acotado
un sol restringido
mil ruidos...
y tremendas ganas de escapar
Pero en el mismo diseño
y en las manos de todos
están mis manos,
mis estrellas, lluvia
estelar, el sol,
en polvo oro, y el mismo
oxígeno, obsoleto y a guardar,
dirán... mientras tomo mis
poemas, escritos al azar
torpes quizás, versión
de niña ,con alguna pizca
de encanto o vaguedad
Ahí va... con sus poemillas
y sus versillos
Al país de nunca jamás