Cuando la espera
duele en su misterio...
en campos vencidos
de pasión y dicha,
cálices heridos
mueren despacio...
en piélagos abandonados
en sus ensueños,
pasiones ocultas
mueren despacio,
en lagos...
melancólicamente zaheridos
de dardo y beso.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.