Las cosas que se tienen como ciertas,
hasta que la vida las avale,
son como calles desiertas,
que se desconoce por donde van.
Son peligrosas las preguntas,
si las respuestas no se quiere oír,
porque son más equívocas
cuando se las encuentran.
Esperar el gozo, es mejor
que la fruición que se agota,
porque el mejor de la fiesta
es esperar por ella...