Te llevo desde siempre
aun no habiéndote conocido
Te llevo en los sueños
hasta en aquellos, que
no me atreví a soñar
Te llevo, en la sonrisa,
en el despertar, en la
mudez del silencio y en
las horas del desaliento
en las largas madrugadas
Y cuando abras la puerta
de mi ser, anidarás como solías
hacerlo, aunque jamás
lo hayas hecho
Porque sé que algún día
te veré venir a mí y
seré y serás
lo que tenía que ser,
porque eres parte de
mi, y eres tú al que
quiero y al que largamente
espero...