Un día lluvioso, una mente nublada, no hay ideas ni palabras para expresarme esta noche.
Quiero expresar algún sentimiento diferente a la tristeza, pero nada, absolutamente nada sale de mi cabeza, quiero sentirme diferente, ya no quiero ser aquel niño solitario que piensa \"tiernamente\", no quiero ser el mismo chico rechazado por la sociedad por su apariencia, eh madurado y ahora soy el hombre que impone su dominio ante cualquier situación y también soy la persona que sale adelante por cuenta propia, pues la vida no deja de jalar mis pies, y no para hundirme si no para dar con firmeza cada paso que doy y cada decisión que tomo.
Es difícil expresar alegría cuando el alma está destrozada, la alegría que me representaba ahora no es más que puro dolor, la mirada que llevo es la ventana a la soledad, a la agonía e incluso a la locura. Nunca eh tratado de dejar la vida a un lado, pues estoy más que satisfecho con lo que eh logrado y lo que estoy por lograr, a pesar de la imagen lúgubre que proyecta mi rostro no estoy deprimido, me siento más vivo que soledad misma.