Quiero que mi cerebro me obedezca,
que sea reflexivo, consecuente,
me ayude a caminar cuando es consciente
e inconsciente su actividad decrezca.
Que al ruido de la gente no haga caso,
ni a aquellos que envidiosos le critican,
ni de los que ajos comen y se pican
y que me vaya guiando paso a paso.
Que prevea, moderado y altruista,
dotado de argumentos convincente,
se muestre en sus principios consistente,
si duda no se lance a la conquista.
Que con maleducados sea esquiva
y amable con los que vienen de frente,
con agresivos sea indiferente
meta a los que el mal hacen en cal viva.
Y puestos ya a pedir, que ponga esmero
que la felicidad en mi se asiente,
con mis deseos nobles consecuente
¡vamos!, que sea tal como yo quiero.
©donaciano bueno