Esté dolor que consume mis entrañas
deja el amor en ínfimo desconsuelo,
víctima soy de un abismal anhelo
que consume entre ilusiones y patrañas.
Ser presa de las emociones tiranas
cuando de amor tiraste el señuelo,
muero en cada noche de desvelo
donde ya no espero las mañanas.
Es como si el destino se empeñase
a traer a mi vida tragedias del pasado
dejándome sin pedestal y sin base.
Esté dolor inmenso ya me ha destrozado
la mitad del corazón y saciase
al ver el interno a diario maltratado.