Hoy he salido a pasear y el viento
me ha seguido de forma irreverente,
a cada paso que yo daba al frente
me empujaba sin mi consentimiento.
Y aunque yo protesté tamaño asedio
refunfuñando dijo era rebelde,
que hay otros que les gusta les abielde,
que el mundo en general era su predio.
Yo tácto supliqué, delicadeza,
necesito me trate con cuidado,
soy un árbol que el tronco se ha secado
y mi cuerpo está lleno de torpeza.
Inútil fue, siguió como si nada
hasta ya descubrir que era un pelmazo,
a mi él me repartía algún codazo
y yo intenté pegarle una patada.
Así es que me acompañó hasta mi casa
para después marchar sin despedirse,
yo adiós, cortés, le dije antes de irse
y una higa hizo mi dedo con su guasa.
©donaciano bueno