… Y en la noche, a la cama, sentir la soledad invadirme el corazón, sintiendo las lágrimas correrme por el rostro, pero consiente, que todo este dolor padecido ha sido a pesar de todo, por el bien de los dos …
syglesias
Presenta
Adiós, Amor:
Adiós, amor, no imaginas, con cuanto dolor me cuesta decirte adiós, porque aquí la despedida no es cuestión de un hasta luego, cuando es para siempre, por quien no veré más, intentando así minimizar cualquier posibilidad que el alma llore, no pudiendo disimular la tristeza bajando la cabeza como lo hacía ayer, para que no veas mis lágrimas correrme lentamente por el rostro, por el amor cautivo que sentía dentro del corazón y que desvelaba mis pensamientos, por la mujer amada…
Adiós amor, llegado hasta al grado de este sufrir, padeciendo la soledad, no hay posibilidad, como razón de existencia por olvido, para tratar de dar vueltas atrás a las manecillas del tiempo por un arrepentimiento tardío, para recuperar por un instante de sentimiento ese recuerdo por aquel beso que fue negado pero que pudo ser vida, para que labios ajenos no se resecaran a la espera, por quien nunca compareció para que antes de marcharme pudiera abrazarla, dándole quizás un beso en la frente…
Adiós amor, pienso que esta decisión tomada y que no fue nada fácil a la postre será lo mejor que ha podido ocurrir por el bien de los dos, sintiendo posiblemente mañana que la herida en el centro de tu pecho a causa de este desamor, comenzará a cicatrizar, según la fuerza como te repongas al duro golpe por ausencia que podría crujir o no la herida, con el peligro de hacerte supurar gratos recuerdos por ese ayer anhelado en los brazos, pero motivaría lágrimas de añoranzas que no lloraste a mi lado.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 03/12/2015 08:35 AM.