Hoy la vida es erguida por la Misericordia.
Quedan atrás una nada y un frío sin descanso
y un olor como a podrido en la atmósfera.
Quedan atrás las sombras y una sensación
como a cáscaras rotas, ahora que
los rincones se fundieron en la nada…
Están aquí los aromas, el búcaro obediente,
el hombre y su compañera, meciéndose
en el arco iris promisorio de la espada.
Hoy la vida es desistida por el hombre.
Queda una amplitud de espacio finito
y en un espacio aún más pequeño,
para que lo atormente,
esconde Dios del alma.