La brisa, con un lánguido suspiro
despierta alegre mis sentidos
y acaricia mi rostro con latidos
que me abrazan en inocente giro.
Dulces aromas llegan a mis sueños
trayendo tibiezas de primavera
en brillante noche que se esmera
en callar sombras y libar ensueños.
Por la bruma y con la voz de la luna
pude gravar desde el mundo que existe
el encuentro vivencial que me diste
abrazando mi alma con tu laguna.