¡Corazón! ¡Oh, Corazón!
¿qué tienes conmigo?
¿Cuál es tu queja que se funde sin ansias de goce
con ofensas que me calan en las entrañas?
Lates pero lates en pesar,
herido estas
¿Por qué tardas en sanar?
Como un diluvio de lágrimas de sangre
bañas con tu aflicción;
enorme es lo que no se comprende
y ya no sé.
¿Qué es lo que tienes que te sobre pesa?
Qué es lo que no tienes que te hace falta?
Mi corazón exclama y dime ya de una vez,
tus motivos que redarguye y me hace culpable
sofoca en instantes, y me arde.
¡Dime por favor mi corazón!