Guarda una diminuta semilla
Mi oscuro y vacío pecho,
Filtra de la luz una barbilla
Por un agujero demasiado estrecho.
Tiene un suelo un tanto infértil,
Abundan los arenales y las piedras,
Mas por gracia divina es versátil
Y aun no es consumida por las hiedras.
De la noche no le hace falta el rocío
Ni la campaña de nocturnos cantores
Ni del cielo insomne su reluciente brío;
¡Pero esos endiablados roedores!
Si fuese más que una barbilla
Bajando del cielo en su barquilla,
Si fuesen chispas de raudas parvadas,
Brotaría de ésta láguida semilla,
Más alta que las vaporosas nubes aladas,
La higuera de frutos morados
De la buena poesía y sus versos amados.