Las flechas.
poeta en el Califato.
Se han quedado de punta los hombres,
al caer desde el cielo,
dos grandes torres ,
heridas con flechas.
Ay, Ay, Ayy
Ay, Ay, Ayy,
La lunaaa.
Suenan guitarras con cuerdas de angustia,
atadas a una garganta,
donde se liberan las salamandras.
Bailan los pies de las ratas,
barriendo con sonajeros,
sobre una serpiente de hierro.
Cinco columnas alzadas vigilan,
con ojos de acero
a los hombres de punta,
que miran al cielo,
que miran al cielo.
Son prisioneros de cinco estrellas,
que les están apuntado,
a los hombres sin flechas
que están en el suelo mirando el cielo.
La lunaaa.
Las ha derribado,
Las ha derribado,
lanzando sus flechas,
con su guante de guerra.
Cinco columnas alzadas vigilan,
a los hombres de punta y las flechas.
Chapotea la angustia,
hundida en un tronco,
metido en un pozo, donde ha caído la luna,
los hombres de punta y las flechas.
Cinco columnas alzadas,
flanquean el pozo.
Las flechas,
Las flechas,
Aqueoooooos
Ulises, Aquiles,
las luna os llama:
Las flechaaaaas.
Angelillo de Uixó.