NUESTRA ENTREGA
Quiero que por todo el cuello,
mis labios suave te muerdan
y que mis manos se pierdan
en tu enlutado cabello.
Quiero que en toda tu piel
haya huellas de mis besos...
que tu cuerpo en mí esté preso
antes de fundirme en él.
Ven y raya mi corteza,
con el filo de tus uñas,
que cada vez que me aruñas
me haces perder la cabeza.
Me gusta cuando te subes
al éter de mi cüerpo,
porque se detiene el tiempo,
cuando tocamos las nubes.
Tus pechos van al compás
del vaivén de tus caderas,
el cual siento que aceleras
cada vez un poco más.
Ése ritmo no lo frenes,
prosigue con tus meneos,
que escuchando tus jadeos,
muy excitado me tienes.
Quiero lamer suavemente
los botones de tus mamas,
que se encienden como llamas
y me queman lentamente.
No me detengo, prosigo,
que cada pupila mengua
al remarcar con mi lengua
el arroba de tu ombligo.
Continúo descendiendo
hasta llegar a la \"i\" griega,
para completar la entrega
que ambos estamos queriendo.
Mis labios siempre atrevidos,
ansían libar tu fruta,
¡déjate llevar!, ¡disfruta!
hasta perder los sentidos.
Nuestros cuerpos se alinean,
para ser solo convexos;
que juntando así los sexos,
con más fuerza se desean.
Estamos compenetrados,
en esta entrega total,
disfrutando hasta el final,
y terminando extasiados.
Autor: Jareth Cruz
San José, Costa Rica
04/12/15