Son tus ojos vendedores de pasión
y tus labios insinuantes de locura,
es tu voz adormecida una canción,
de gemidos que me dan la invitación,
a enredarme en el vaivén de tu cintura.
Es tu bata suave tela de algodón,
que se va cual fina arena entre mis dedos,
y no deja espacio libre a la razón,
que se pierde y se acelera el corazón,
y me dejo dominar por tus enredos.
Es tu boca al rojo vivo que al besar,
a mi cuerpo entre su brasa vuelve llama,
a mi mente la dominas sin pesar,
queda en blanco, sin razones, sin pensar
y el paisaje ya no es más que nuestra cama.
Son tus brazos como lazos de satín,
que no dejan respirar y no hacen nudos,
y entre abrazos con aromas de jazmín,
la lujuria en su locura llega al fin,
y sin aire y sin pensar quedamos mudos.
Es el día frío aliado del amor
y la noche que se acerca silenciosa,
pues me dejan disfrutar de tu calor,
de tus besos, de tu cuerpo y del olor,
que se escapa de tu piel cual de una rosa.
Es mi sueño siempre hacer mi voluntad
y me oculto entre tu piel como en la arena,
mas sé bien que perderé mi libertad
sin dejar de ser tu dueño para estar,
a tu lado siempre así mujer morena.