Hoy no quiero rimar
ni embarcarme en un vuelo.
Ni andar en las entrañas rascando unas ideas para sangrar de amor.
Hoy no voy a versar,
ni forzar que la letra chispeante de emociones
me queme las neuronas.
Hoy voy a permitirme romper lo establecido.
Salir de rienda suelta a cabalgar la prosa salvaje,
sin los frenos,
sin nada que me cosa la boca del deseo.
Hoy voy a darme un gusto:
Reír, reír de muerte,
Escribir en los hombros puntiagudos del cielo,
regar con margaritas las lágrimas del sueño
y escupir los pedazos de unos labios que estallan
cuando sopla el olvido.