Si levanto una roca profunda
lo encuentro.
Si camino por piedras descalzo
lo siento.
Si se calla el murmullo del viento
lo escucho.
Si las olas se estrellan con fuerza
lo intuyo.
Si se pierde la estela seguida
la busca.
Si el camino se estrecha sin paso
se muda.
Si mi boca se pone reseca
la moja.
Si el aliento me falta
me apoya.
Siempre que desfallezco,
está presente,
brillando como un sol,
esperando el momento
de mostrarse sin filtros.
¡Tú!
Mi Yo, Infinito.
Cecilio Navarro 04/12/2015