Lucy Quaglia

La tarde

La tarde se va temprano

Y se va rompiendo todo,

Las cosas que te decía

Y las que nunca te escondo.

La tarde se va muy sola

Y se va cantando un tango

Una canción de Piazola

En el baile del domingo

Que marca sólo las horas

Que me olvidaba jugando

Escuchando la victrola.

La tarde y esta mañana

Y una noche de varones

Se van dejando una aureola

De saludos en la sombra

Que va diciéndome todo

Lo que podría añorarte

Cuando no estoy tan tristona.

Y desde el suelo lejano

De potreros y milongas

Me voy queriendo silbarte

Una canción de poltrona,

De gallinas y pollitos,

De ranas y primaveras,

De veranos con mosquitos

Y otoños en la vereda.

La tarde se vuelve hastío

Y me recuerda a mi madre,

Mis abuelos y mis tíos,

Mis amigos y mi hermano,

Mil cosas con cien motivos

Y los ojos querendones

Que encuentro si me pellizco 

Cuando miro los mojones

De viajes que nunca llegan

Y versos que uno se olvida.

La tarde se vuelve noche

Y me voy por los caminos

De las locuras del tiempo

Que pasan por la cornisa

De la casa que se asume

Llena de llantos y risas

Mientras el resfrío me hace

Cosquillas en la nariz,

En el pecho y en las piernas

Para acordarme atrevida

De algunas palabras tiernas.