¡Salvemos el planeta!
Pues dirán en un tris está el huerto
precisando de abrir artesianos
que le eviten efectos malsanos
y consigan llevar a buen puerto.
Pues que un día el planeta habrá muerto
degollado por seres humanos,
apretemos sin fin nuestras manos
evitando el final sea cierto.
Y aunque rujan rayos y centellas
y amenacen con grandes berridos
siempre habrá de adorar cosas bellas.
Nuestros versos serán atrevidos
siempre al sol, ay de mí, las estrellas
aunque perros mil lancen aullidos.
©donaciano bueno