Que el silencio de tus labios no selle
mis deseos ni reprima mi amor,
tenerte por siempre, no en una fantasía,
o en una alucinación…solo desbordar la realidad,
mitificada en una noche de delirios hipnotizados
por la oscuridad que esconden los amores con
deseos inadvertidos…en el nuestro,
inventaremos un espacio donde dejemos en
anquilosamiento el tiempo; que en su detenimiento
se perpetúen nuestros cuerpos como el tirano en el poder;
derramaremos calor corporal de una manera
interminable y lleno de aromas exóticas donde
el sueño se pierda y los sentidos agonicen; será
más un acto ufano; y no…un deseo luctuoso.
(Rodrigo Rodríguez Figueroa - Imágenes tomadas de la web).