Caminé por los pensamientos
taciturnos de tu olvido
y allí cargado por la emoción,
encontré la noche
que estaba a tu lado
y no pudimos escapar del todo
porque frente a frente,
me encontré con tus palabras
y se quedaron de repente
resonando en mis oídos
presagiando al pasado
sin querer pensar en el olvido.
Que fuiste un amor pasajero
y que disfrutamos de la pasión,
no lo niego ni exagero,
son cuestiones del corazón.
Que sentiste el haber prolongado
la ausencia.
Yo conté los segundos
cuando te fuiste
y me quedé postrada
en la imagen que dejaste
con tu presencia,
llenas de ansias inmaculadas
y de la necesidad de amar,
no recataste por el suelo,
como lo hacen los mendigos
y allí entre la soledad
no me supiste besar
y ese cruel insomnio
queriendo conmigo jugar
que se hacía cuita en mí.
Te traje a mis recuerdos
y tus pensamientos
fueron amigos
tan inseparables…
que hoy duermen conmigo.