En mi soledad quiero pensar y pensar
solo que llueva para poder descansar.
Quiero salir muy lejos en mi mente
y sentir en un largo tiempo que estas presente.
Quiero soñar los sueños que sueñas
quiero buscar incansablemente tu rostro,
poder hallarte y quedarme en tu reposo.
Quiero que pasen las horas y se acerque la noche
porque hay un desanimo prendido en mi alma
que oscurece mis ojos y debilita mis huesos
despojando severamente toda calma.
¡Dios mío! ¡Padre mío!
Quiero escuchar tu voz que penetre en mis entrañas
para levantarme y hacer lo recto
estar listo para la batalla.
¡Quiero tus caricias Dios!
El aliento de tu Espíritu a mi espíritu
y sean por siempre tus palabras mi regocijo.
¿Dónde estás? ¿Muy cerca de mí?
Creo en ti, ayúdeme a seguir.